Podría afirmarse que la violencia siempre ha formado parte de la experiencia humana. Sus efectos se pueden ver, bajo diversas formas, en todas partes del mundo. Cada año, más de 1,6 millones de personas pierden la vida y muchas más sufren lesiones no mortales como resultado de la violencia auto infligida, interpersonal o colectiva. En conjunto, la violencia es una de las principales causas de muerte en todo el mundo para la población de 15 a 44 años de edad. Aunque es difícil obtener cálculos precisos, los costos de la violencia se expresan en los miles de millones de dólares que cada año se gastan en asistencia sanitaria en todo el mundo, además de los miles de millones que los días laborables perdidos, las medidas para hacer cumplir las leyes y las inversiones malogradas por esta causa restan a la economía de cada país.
A pesar de que la violencia siempre ha estado presente, el mundo no tiene que aceptarla como una parte inevitable de la condición humana. Siempre ha habido violencia, pero también siempre han surgido sistemas —religiosos, filosóficos, jurídicos y comunales— para prevenirla o limitar su aparición. Ninguno ha sido completamente exitoso, pero todos han efectuado un aporte a la disminución de este rasgo distintivo de la civilización. Una amplia gama de profesionales, investigadores y sistemas de salud pública han procurado comprender lasraíces de la violencia y evitar que surja. Es posible prevenir la violencia y disminuir sus efectos. Es posible cambiar los factores que contribuyen a producir respuestas violentas, ya sea los dependientes de la actitud y el comportamiento o los relacionados con situaciones sociales, económicas, políticas y culturales más amplias.
La violencia contra la Mujer no conoce distinciones de clase social, raza y cultura. Todos los días, dentro de su casa o en su comunidad, en el lugar donde deberían sentirse protegidas y contenidas, miles de mujeres son golpeadas o violadas. La violencia contra la mujer nos involucra a todos. Porque es un comportamiento aprendido que necesita del esfuerzo de todos para enseñar nuevos comportamientos sociales capaces de detenerla. Terminar con la violencia contra la mujer no es una tarea simple, requiere del compromiso del Estado y de la sociedad en su conjunto para protegerla y castigar a quienes atentan contra ella. Es un error pensar que la violencia doméstica es un asunto privado en el que los otros no debemos intervenir.
Las mayores consecuencias para las víctimas de violencia sexual no son las físicas porque las marcas del cuerpo cicatrizan, las otras, las que no se ven dependen de todos nosotros. La violencia psicológica y el miedo permanente destruyen la autoestima de la mujer y le impiden defenderse de su agresor o buscar una salida. Porque estamos en el siglo XXI y la discriminación en todas sus formas debe ser parte de una pasado lejano al que no debemos regresar. La víctima de los delitos sexuales es una sobreviviente de un hecho delictivo en donde pudo perder su vida. La no denuncia del delito implica la impunidad de los autores y la posibilidad de nuevos hechos. Se debe vencer la vergüenza, la humillación y las amenazas del autor del delito para colaborar y evitar más daños.
En este sentido, la Universidad Blas Pascal, asumió un verdadero compromiso haciéndose eco de la problemática y dando de esta manera inicio a la 6ta. edición de la Diplomatura en Prevención y Tratamiento de la Violencia, siendo este año su quinto año en la modalidad a distancia. Este programa de diplomatura tiene carácter interdisciplinario, incorporando desarrollos teóricos, clínicos e investigativos que, desde su especificidad, justifican la generación de un ámbito de estudios, como medio de Prevención para erradicar el flagelo de la violencia familiar y sexual
A pesar de que la violencia siempre ha estado presente, el mundo no tiene que aceptarla como una parte inevitable de la condición humana. Siempre ha habido violencia, pero también siempre han surgido sistemas —religiosos, filosóficos, jurídicos y comunales— para prevenirla o limitar su aparición. Ninguno ha sido completamente exitoso, pero todos han efectuado un aporte a la disminución de este rasgo distintivo de la civilización. Una amplia gama de profesionales, investigadores y sistemas de salud pública han procurado comprender lasraíces de la violencia y evitar que surja. Es posible prevenir la violencia y disminuir sus efectos. Es posible cambiar los factores que contribuyen a producir respuestas violentas, ya sea los dependientes de la actitud y el comportamiento o los relacionados con situaciones sociales, económicas, políticas y culturales más amplias.
La violencia contra la Mujer no conoce distinciones de clase social, raza y cultura. Todos los días, dentro de su casa o en su comunidad, en el lugar donde deberían sentirse protegidas y contenidas, miles de mujeres son golpeadas o violadas. La violencia contra la mujer nos involucra a todos. Porque es un comportamiento aprendido que necesita del esfuerzo de todos para enseñar nuevos comportamientos sociales capaces de detenerla. Terminar con la violencia contra la mujer no es una tarea simple, requiere del compromiso del Estado y de la sociedad en su conjunto para protegerla y castigar a quienes atentan contra ella. Es un error pensar que la violencia doméstica es un asunto privado en el que los otros no debemos intervenir.
Las mayores consecuencias para las víctimas de violencia sexual no son las físicas porque las marcas del cuerpo cicatrizan, las otras, las que no se ven dependen de todos nosotros. La violencia psicológica y el miedo permanente destruyen la autoestima de la mujer y le impiden defenderse de su agresor o buscar una salida. Porque estamos en el siglo XXI y la discriminación en todas sus formas debe ser parte de una pasado lejano al que no debemos regresar. La víctima de los delitos sexuales es una sobreviviente de un hecho delictivo en donde pudo perder su vida. La no denuncia del delito implica la impunidad de los autores y la posibilidad de nuevos hechos. Se debe vencer la vergüenza, la humillación y las amenazas del autor del delito para colaborar y evitar más daños.
En este sentido, la Universidad Blas Pascal, asumió un verdadero compromiso haciéndose eco de la problemática y dando de esta manera inicio a la 6ta. edición de la Diplomatura en Prevención y Tratamiento de la Violencia, siendo este año su quinto año en la modalidad a distancia. Este programa de diplomatura tiene carácter interdisciplinario, incorporando desarrollos teóricos, clínicos e investigativos que, desde su especificidad, justifican la generación de un ámbito de estudios, como medio de Prevención para erradicar el flagelo de la violencia familiar y sexual
Objetivos Generales
- Ofrecer una visión multidisciplinaria sobre los alcances de la violencia familiar y sexual y sus consecuencias a través de su análisis y discusión desde la perspectiva de la medicina, la sociología, la historia, la antropología, el género y el derecho; esencialmente con el fin de fomentar un efecto multiplicador en la formación de profesionales capacitados en la atención del fenómeno de la violencia familiar y sexual.
Objetivos Específicos
Que al finalizar el programa el alumno sea capaz de:
- - Asesorar y apoyar en situaciones de emergencia a las víctimas de cualquier delito de carácter sexual y de violencia familiar.
- - Convertirse en multiplicadores de la capacitación recibida, a fin de que se cuente con un número adecuado de profesionales que proporcionen atención de calidad a las víctimas y estén en condiciones de desarrollar un trabajo interdisciplinario con perspectiva victimal.
Psicólogos, Psiquiatras, Trabajadores sociales, Médicos, Personal de Centros de Salud, Funcionarios del Poder Judicial, Ministerio Público, Abogados, Personal de la Policía, Personal de centros de atención a la violencia familiar, de organismos no gubernamentales, académicos, estudiantes de postgrados con proyectos relacionados al tema y público en general.
- Inicio: Lunes 18 de Abril de 2011.
- Duración: 8 meses.
- Carga Horaria: 200 hs.
- Modalidad: A DISTANCIA. Los contenidos y actividades se presentaran en la plataforma (on-line) de e-learning de la UBP. Se pueden hacer consultas tutoriales vía chat y mensajería.
Requisitos: - Completar la solicitud de inscripción. - - Fotocopia del DNI 1º y 2º hoja.
- Curriculum Vitae.
- Abonar el importe de la matrícula.
Para más información comunicate con CFT Santiago del Estero0385 4312224santiagodelestero@comunidaddigital.net.ar
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